Ha llegado el frío y, con él, la necesidad de calefaccionar tus ambientes. Tu cuerpo requiere de más abrigo. Ello sucede cuando sales a la calle a realizar tus actividades cotidianas, pero también en tu hogar o en la oficina.
Entonces, ¿de qué modo afecta la calefacción a nuestra salud? ¿Qué medidas podemos tomar para disfrutar de un óptimo sistema de calefacción cuidando nuestro cuerpo? En este artículo de Formax, te lo contamos en detalle. ¡No te lo pierdas!
La calefacción y la salud: algunas recomendaciones
¿Te ha pasado que los cambios términos te afectan? ¿Sueles enfermarte con mayor frecuencia en épocas en las que varían las temperaturas? ¿Usas excesivamente la calefacción?
Si es así, esta sección te servirá. Vamos a brindarte una serie de consejos para que pongas en práctica. Así, tu salud estará protegida, a la vez que disfrutarás de la climatización de tus ambientes en este invierno.
Regula la temperatura de tu sistema de calefacción
Durante las épocas invernales, es común que elevemos la calefacción del hogar. A veces, esto ocurre de manera excesiva. Es decir, olvidamos regular la temperatura de los ambientes que habitamos de acuerdo al momento del día.
En resumen, los rangos térmicos y la necesidad de calefacción varían a lo largo del día. El frío que se experimenta durante la tarde no es el mismo que el de la noche.
No duermas con la calefacción encendida
A lo largo de la noche, si predomina el calor en la habitación en la que dormimos, nuestro sueño puede verse afectado. Por esta razón, te aconsejamos que no descanses con la calefacción encendida.
Puedes usar un termostato digital para programar tu calefacción a lo largo de tu jornada diaria teniendo en cuenta el día de la semana del que se trate. Generalmente, estamos en casa con mayor frecuencia durante el fin de semana. En esos momentos, usaremos más intensamente la calefacción.
Ventila tus ambientes
Sabemos que durante épocas de bajas temperaturas, es más común que nos enfermemos. ¿Cómo podemos evitarlo? Trata de llevar a cabo una ventilación periódica. Así, evitarás que permanezcan virus y microorganismos. Estos son potenciales causantes de problemas de salud.
Por otro lado, trata de que no se genere humedad en los ambientes. Ella es considerada la promotora de la mayoría de las problemáticas respiratorias.
Si hay niños y adultos mayores en tu hogar, refuerza estas medidas. Ellos constituyen una población vulnerable; tienen las defensas bajas y es más probable que se enfermen.
Procura tener una buena hidratación
Estar hidratado no solamente implica que tomes la suficiente cantidad de agua, aún cuando no percibas sensación de sed. También, incluye mantener tu piel hidratada.
Está comprobado que el exceso de calor genera una mayor pérdida de agua corporal. Deberás incorporar agua suficiente para volver al equilibrio hídrico natural y, a la vez, combatir la sequedad en la piel. Te recomendamos que te coloques crema al menos una vez al día.
Si tienes a tu cuidado personas mayores, trata de controlar que tomen líquido. Con el paso del tiempo, las personas que integran la población de adultos mayores pueden no tener sed. Esta situación puede generar estados de deshidratación que requieren cuidados médicos.
Hemos llegado al final de este artículo sobre la estrecha relación que existe entre la calefacción y la salud. Te hemos dado algunos consejos, que esperamos sean de utilidad y que los pongas en práctica.
De esta manera, podrás calefaccionar tus espacios, cuidando simultáneamente tanto tu salud, así como la de tu familia.
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