Si crees que ha llegado el momento de instalar un termostato en casa para poder regular el consumo de la calefacción, te conviene saber que existen diferentes modelos con características diferenciales. Para que salgas de dudas, en este artículo te contamos todos los detalles sobre los tipos de termostatos que hay y su funcionamiento.
Qué tipos de termostatos podemos encontrar
Como probablemente ya sabemos, un termostato es un pequeño aparato que se conecta a los radiadores de la calefacción. Su función no es otra que la de evitar que la temperatura se modifique con respecto a aquella que hemos fijado.
Puesto que la tecnología cada vez abarca más sectores, hoy en día los tipos de termostatos disponibles en el mercado se han multiplicado. Gracias a este avance, podemos hablar de la calefacción por zonas, es decir, obtener diferentes temperaturas en cada parte de la casa.
Además, en la actualidad, no solo es posible regular la temperatura de manera individual, sino que algunos tipos de termostatos nos permiten incluso programar el apagado y el encendido. De esta manera, siempre que lleguemos a casa encontraremos el confort que deseamos.
Qué tipos de termostatos existen
Aunque si profundizamos más en los tipos de termostatos las variantes son mayores, a rasgos generales podemos hablar de un termostato manual o digital. ¿Y en qué se diferencian unos de otros?
Termostatos analógicos o manuales
Estos tipos de termostatos son los que se han venido utilizando durante los últimos años. Constan de una rueda que nos permite regular la temperatura a nuestro gusto. La eficiencia de estos es bastante buena, pero en la actualidad empiezan a quedarse obsoletos debido a sus limitaciones.
La ventaja que ofrecen estos tipos de termostatos es la sencillez. Para personas poco habituadas a la tecnología pueden ser una solución perfecta para lograr ahorrar en el consumo de la calefacción. Sin embargo, si queremos realizar ajustes globales en las viviendas, el termostato manual resulta limitante.
Termostatos digitales
Estos tipos de termostatos son los que suelen instalarse en la actualidad. La ventaja principal que ofrecen es que cuentan con una pantalla que nos muestra una información detallada sobre el sistema. En ella veremos las funciones, los modos de control y la temperatura. Además, podremos programarlos para establecer a nuestro antojo el encendido y el apagado.
Hoy en día podemos encontrarlos en una versión inteligente, que nos permite conectarlos a Internet y controlarlos incluso desde el teléfono móvil cuando estamos fuera de casa. De esta manera, es posible verificar su funcionamiento e ir variando la programación según nuestros propios horarios.
Gracias a estos tipos de termostatos logramos ahorrar en calefacción. Al poder controlar la temperatura y regularla, evitamos que la vivienda se enfríe del todo. Así, el esfuerzo del sistema de calefacción para recuperar calor será mucho menor.